Telaraña I
Sentado en la penumbra
hombre inmóvil estaba cuando
una raña desde techo habló así:
¿Questás haciendo ahí vago de eme
con esa cara de aburrimiento? Tendrías
haber tejido tela y paciente
cazar alimento como yo.
El hombre contestó: Amiga raña,
no me insulte
yo tejí telahumana que no se ve y
espero aquí
cazar un pensamiento que alimente
mi esperanza de conocer lo desconocido.
La intrusa calló boca e hizo
con las patas
un estremecimiento en su telaraña
como diciendo estás loco.
Jorge Leonidas Escudero